Paladar Hendido:
El paladar hendido se presenta cuando el paladar no se cierra
completamente sino que deja una abertura que se extiende hasta la cavidad nasal.
Esta hendidura puede comprometer cualquier lado del paladar. Puede extenderse
desde la parte anterior de la boca (paladar duro) hasta la garganta (paladar
blando). A menudo la hendidura también incluye el labio. Debido a que es una
anomalía que se presenta dentro de la boca, el paladar hendido no es tan
perceptible como el labio leporino. Puede ser la única anomalía que padece el
niño o puede estar asociada con el labio leporino u otros síndromes.
Labio Leporino:
El labio leporino es una anomalía en la que el
labio no se forma completamente durante el desarrollo fetal. El grado de
anomalía del labio leporino puede variar, desde leve (muesca del labio) hasta
grave (gran abertura desde el labio hasta la nariz). El labio leporino recibe
distintos nombres según su ubicación y el grado de compromiso del labio. Una
hendidura en un lado del labio que no se extiende hasta la nariz se denomina
unilateral incompleta. En cambio, una hendidura en un lado del labio que sí se
extiende hasta la nariz se denomina unilateral completa. Mientras que una
hendidura que compromete ambos lados del labio y que se extiende y compromete
la nariz se denomina bilateral completa.
· Dificultades
en la Interacción Social:
· -La autonomía, la seguridad y
confianza frente al mundo y las habilidades sociales pueden llegar a ser
más vulnerables y presentar alteraciones de tipo psicológico causadas
por el rechazo y la segregación de sus iguales.
· -Dificultades para iniciar y mantener
amistades y a desarrollar un estilo de observador pasivo más que activo en sus
interacciones sociales.
·
-Pueden presentarse problemas de
conducta, insatisfacción por el aspecto facial, depresión y ansiedad que
dificultan la interacción social.
-Las personas con hendiduras palatinas tienden a verse afectadas socialmente, ya que presentan dificultades para pertenecer a clubes o grupos sociales afines.
Dificultades en la comunicación:
Tienden a ser más propensos a acumular líquido en
el oído, lo que los hace perder la audición.
-Pueden tener dificultades
para hablar, porque la hendidura puede volver la voz nasal, es decir hiperrinolalia.
-Retardo del habla y del
lenguaje, ya que la función muscular puede verse reducida a causa de la
abertura del paladar y del labio.
-No llegan a pronunciar
correctamente las vocales y consonantes.
-Presentan balance de
resonancia o baja calidad en el tono de voz.
-Dificultades para
aprender las palabras, o para confeccionar oraciones.
-Mala articulación de
palabras (dislalia). Es difícil entender lo que dicen.
-Presentan una ausencia de
vibraciones laríngeas, lo que hace que no puedan producir los fonemas.
-Tienen
problemas con las cuerdas vocales, generalmente ocurre cuando se pone gran
tensión sobre estas, mientras se trata de crear la presión necesaria para
hablar.
-Pueden
sentir cansancio fácil al hablar, voz ronca y entrecortada que puede llegar a
la ronquera crónica.
-Retardo
en la maduración del habla.
-Excesivo
esfuerzo de cuerdas vocales que puede producir disfonías y lesiones en estas
(nódulos).
-Para la
realización de sonidos onomatopéyicos se requiere un doble esfuerzo cognitivo,
pues requiere hacer el sonido tal cual es, esforzando aún más su comunicación.
-El
cuerpo tiende a producir los fonemas según lo que su naturaleza le indique,
pero cuando son operados es difícil trabajar con esos vicios, prácticamente
iniciando desde cero, ya que sus fonemas se producían según la forma de sus
labios y al ser operados tienen que acostumbrarse a su nueva condición.
Características
a nivel del lenguaje
Labio Leporino:
Dislalia
(Trastorno en la articulación de los fonemas) Dificultad para pronunciar
fonemas que involucran el contacto de ambos labios (/p/, /b/, /m/), es decir,
quienes poseen labio leporino pueden pronunciar con mayor facilidad. Si el
niño escucha bien y se le estimula suficientemente, no tiene por qué retrasarse
la adquisición de su vocabulario, el formar oraciones, etc. Es muy probable que
tenga problemas al pronunciar pero por eso debe manejarse en Foniatria y
Terapia de Lenguaje, a fin de ir orientando su desarrollo e ir previniendo
fallas mayores.
Paladar Hendido:
El
tono de voz es más nasal. Dificultades para hablar, usualmente hablan más tarde
de lo esperado. Dislalia (Trastorno en la articulación de los fonemas).
Pronunciación incorrecta de los fonemas que involucren hacer vibración o que se
deba dejar escapar el aire (/r/, /s/). Poseen defectos de dicción. Comunicación
más gestual que oral.
Generales:
-No hay compromisos cognitivos, por lo que esta área no se encuentra afectada en lo absoluto.
-Cuando empiezan a practicar los
fonemas una de las estrategias que se usa es hacer sonidos onomatopéyicos como
el de la vaca (muuu), así cada vez que el niño o niña observa la imagen le va a
ser más fácil recordar y reconocer los sonidos para tratar de imitarlos.
-Tienden a presentar trastornos
asociados, como por ejemplo Retraso Mental o Discapacidad Intelectual y
Síndrome de Down.
-La educación especial no es la
encargada de atender a los niños y las niñas con paladar hendido y labio
leporino, sino quien realmente se encarga es el área de terapia de lenguaje, ya
que es aquí donde se involucra la pronunciación, la articulación y la
comunicación en su totalidad.
-Requiere del apoyo de otros
profesionales, debido a los trastornos asociados.
-En la alimentación tienden a
presentar ciertas complicaciones.
Recomendaciones
-Debe iniciar su habilitación
foniátrica desde los primeros días de vida. Los padres deben ser sensibilizados
acerca de la importancia de la estimulación para un desarrollo adecuado del
lenguaje.
-La audición es el
elemento fundamental de estímulo para el desarrollo del lenguaje. Hay que
interactuar mucho con ellos y velar que estén rodeados de estímulos auditivos
del lenguaje.
-Realizar una
evaluación de las conductas receptivas y expresivas del niño.
A los padres y
madres se les recomienda:
-Trate de no
centrarse en la hendidura y no deje que ella defina lo que es su hijo.
-Cree un entorno
hogareño cálido, comprensivo y acogedor en el que el valor individual de cada
persona se celebre abiertamente.
-De la misma forma
en que se haría con cualquier otro niño: hay que hablarle, estar en contacto
lingüístico (con la palabra) y emocional (con caricias, abrazos, besos, afecto,
acercamiento, aceptación, etc.) con la mayor frecuencia posible. No pensar que
porque es muy pequeño, no nos entiende y por supuesto que capta todo lo que se
le da.
-Señale las
cualidades positivas de otros que no tengan que ver con el aspecto físico.
-Fomente la
autonomía de su hijo: dele libertad para tomar decisiones y asumir riesgos
apropiados y deje que sus logros lo lleven a obtener una sensación de valor
personal. El hecho de tener la posibilidad de tomar decisiones al comienzo
(como elegir qué ropa usar) les permite a los niños ganar confianza y tener la
capacidad de tomar decisiones más importantes en el futuro.
-Piense en la
posibilidad de animar a su hijo a que dé información sobre el labio y el
paladar hendidos en su clase mediante una presentación especial que usted puede
organizar con el maestro. O tal vez a su hijo le guste que sea usted quien
hable con sus compañeros. Esto puede ser especialmente eficaz con niños
pequeños.
-Si el niño (a)
sufre burlas, aliéntelo a conversar sobre ello y sea un interlocutor paciente.
Dele herramientas para que encare a los que se burlan de él: pregúntele qué le
gustaría decirles y luego practiquen esas oraciones. Y, a medida que su hijo se
acerque a la adolescencia, es importante que mantenga abiertos los canales de
comunicación para poder abordar cualquier preocupación que pueda tener sobre su
apariencia.
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